martes, 14 de abril de 2020

Niñas en el mapa tecnológico de América Latina






Una mirada de género e inclusión digital en Guatemala

Estudiantes durante la competencia, fotografía por Lidia Guerra

Lidia es feminista y vegana, una artemisa, directora del Observatorio Contra el Acoso Callejero en Guatemala, lectora, e ingeniera especializada en tecnología educativa. Por las mañanas bebe café orgánico y planea cómo facilitar que las niñas de los centros educativos adquieran habilidades e interés por las ciencias exactas y la tecnología.
La planeación que Lidia realiza es importante, primero porque aún estereotipos culturales y en el transcurso de períodos de la historia se han impuesto diferentes roles a hombres y a mujeres. Además, en el campo de la ciencia y tecnología existen desigualdades marcadas que favorecen principalmente a los hombres. “En la práctica esto significa que niñas y mujeres están más expuestas a quedar rezagadas en el mundo de las TIC ya que deben sortear mayores barreras que sus pares masculinos para acceder y aprovechar las ventajas ofrecidas por el mundo digital.” (UNESCO, 2015)
El énfasis que se le da en estos tiempos a la ciencia y a la tecnología reside en que vivimos en una sociedad de la información y de las redes donde las habilidades tecnológicas están directamente relacionadas, de acuerdo a Manuel Castells, con la posición social y el desarrollo de capital cultural, económico, político y social.
Lidia me respondió con alegría y calidez, dispuesta a contar detalles sobre su proyecto de robótica y programación con adolescentes.
  1. Cuéntame un poco como empezó la idea. Observé un par de fotografías y te he escuchado mencionar sobre el proyecto de formar grupos solo de mujeres para que desarrollen proyectos de robótica.
Parte de mi trabajo como jefa de tecnología en un colegio privado es innovar sobre los aprendizajes de tecnología en los estudiantes desde pre primaria hasta secundaria. Una primera innovación fue integrar a la clase de tecnología el área de robótica y programación con Lego y Arduino. La segunda innovación fue empezar a ver la clase de tecnología con ojos feministas para identificar las barreras que encuentran las estudiantes en el momento de involucrarse en proyectos de ciencia y tecnología relacionados a los roles de género. Este análisis feminista permite evidenciar cómo se usa, crea y produce tecnología con base en los roles de género. Nos damos cuenta entonces, que ser mujeres y hombres nos hace diferentes ante la tecnología. Las presiones sociales para las chicas son diferentes que para los chicos en las redes sociales, las chicas consumen y producen contenidos diferentes a los chicos, el involucramiento en la creación de tecnología refleja una brecha entre chicos y chicas.
Se conoce que históricamente los hombres son los que han sobresalido en la creación de tecnología, y esto se debe precisamente a que no conocemos TODA la historia, porque grandes avances tecnológicos han sido desarrollados por mujeres, la primera persona programadora de una máquina fue una mujer: Ada Lovelace ❤
Esta parte de la historia no la conocemos, las chicas no la conocen, entonces no tienen referentes de mujeres que han sobresalido en la creación de tecnología.
Con base en mi experiencia en tecnología y feminismo, recordé lo que maestras como Walda Barrios me han facilitado aprender: espacios diferenciados.
Un espacio diferenciado por género es aquel en donde los chicos trabajan con chicos y las chicas trabajan con las chicas. Así, cuando aprenden sobre robótica, deben trabajar en equipo y trabajar solo con compañeras. Esto les permite las mismas oportunidades de sobresalir que los chicos, ya que deben tener una participación activa en el desarrollo de los proyectos; les facilita evidenciar sus avances en tecnología, matemática y programación, pero sobre todo, toman conciencia de que les interesa la tecnología y la ciencia y que además tienen el mismo potencial que los chicos; dándoles más seguridad a las chicas y preparándolas para trabajar en ambientes profesionales con otras mujeres y hombres.
2. ¿Por qué implementaste esa manera de trabajar?
Desde una mirada feminista sabemos que algunos espacios deben ser diferenciados, para que las mujeres puedan apoderarse de ese entorno de forma segura, sin violencia machista y sin imposiciones como consecuencia de las relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres.
En los procesos educativos formales (colegios y escuelas) se promueve mucho el trabajo en equipo, para desarrollar habilidades de colaboración, empatía, respeto, resolución de conflictos y otras. Cuando hablamos de tecnología, considero que estos espacios diferenciados son necesarios pues por mucho tiempo se pensó que las mujeres no son buenas para la matemática ni para crear tecnología. Además, también estamos incentivando la colaboración y todas esas habilidades del trabajo en equipo entre mujeres, dejando a un lado la competencia negativa entre nosotras mismas que nos enseña el patriarcado.
No digo que todos los espacios deben ser así en los procesos de aprendizajes, pero sí creo que cuando hablamos de procesos de aprendizaje para programar máquinas, robótica y crear tecnologías, los espacios diferenciados y una mirada feminista pueden hacer grandes diferencias y disminuir la brecha de género.
3. ¿Qué es arduino?
Arduino es un proyecto abierto que involucra hardware (una pequeña tableta para programar), software y el conocimiento abierto de muchos expertos con el objetivo de acercar la creación de tecnología a todas las personas. Ahora, el pensamiento es que todos podemos aprender a programar máquinas y este aprendizaje conlleva el desarrollo de habilidades que nos servirán en otras áreas de nuestras vidas sin que seamos todos ingenieros, estas habilidades pueden ser: trabajo colaborativo, resolución de problemas y retos, creatividad, innovación, habilidades específicas de lógica matemática.
4. ¿Qué resultados o datos curiosos resaltarías de la experiencia?
  • Esta innovación con una mirada feminista requiere un proceso de concientización sobre roles de género y tecnología dirigida a los maestros; en la medida que ellos comprendan cómo afecta el género en el desenvolvimiento de los estudiantes en la clase de tecnología en esa medida podemos crear alternativas diferenciadas de aprendizajes.
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ITU/UNESCO (2015) Niñas y mujeres de América Latina en el mapa tecnológico: Una mirada de género en el marco de las políticas públicas de inclusión digital. Disponible el 02/07/2017 en: https://goo.gl/akwyCE


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