jueves, 26 de mayo de 2011

La candidatura femenina en Guatemala. ¿Ascenso a la dimensión nacional del protagonismo femenino?

El financiamiento de los partidos políticos se dejar ver, en su máxima ostentación, cada cuatro años. Es el año 2011 y las calles, son víctimas de vallas. Los muppies se confunden como arbustos alegóricos e incluso humanos uniformados brincan por doquier. Todos exhiben rostros, promesas y colores atractivos. Los árboles modelan tiras plásticas ajenas a su naturaleza y todo esto sólo es un recordatorio de que el Estado, una vez más, será reorganizado para una nueva instancia que desea gestionar intereses, nada representativos.

Sin embargo existe algo que llama la atención, los rostros de ciertos partidos políticos, que lideran las principales fuerzas, aspiran a la presidencia o vicepresidencia, con perfiles nada tradicionales. ¡Son mujeres! A simple vista, con estas imágenes renovadas, parece que los partidos políticos agotaron sus ideas, además de la forma en que han manejado al Estado. Simple evidencia, irrebatible, de un rotundo fracaso a las demandas de los grupos sociales. ¿Aparecen para dar una nueva apariencia nuestro país o solo al partido? ¿Hay probabilidad de que se presencie una pizca de la ya famosa novela El país de las mujeres?

En el año 2007, sólo once mujeres en el mundo eran presidentas. Es el año 2011 y suman 12, solo en Latinoamérica. En Guatemala fue hasta el año 2007 que la Dra. Rigoberta Menchú, líder de pueblos originarios y Premio Nobel de la Paz tuvo la decisión y coraje de lanzar su candidatura presidencial.

Este año electoral, se contagiaron de su entusiasmo, las líderes Sandra Torres, Patricia de Arzú, Adela Camacho de Torrebiarte y Roxana Baldetti (como vicepresidente). Cada una hábil para competir, transformó la expectativa de las clásicas autoridades. Más allá de su similitud: ser mujeres líderes. Existen desafíos que tienen que enfrentar en un país con una contrastada distancia de relaciones de poder. Deber ir más allá de reconocer y respectar los derechos de la mujer, es el de reconocer el de todas y todos los habitantes.

Este amplio espectro político de 24, no, ya hay 25, esperen entraron otros 2, así que 27 partidos políticos inscritos para las elecciones 2011, ya por lo visto la cantidad no importa, sino “el grado de dependencia que tienen con otros sectores o grupos de poder, que en lugar de fortalecerlos, los debilitan cuando ya han logrado sus intereses" mencionó Renzo Rosal, politólogo.Conforme a ese grado de dependencia, no sólo económica, sino ahora de género, es como las principales fuerzas femeninas se ubican, en teoría, de la siguiente manera:

En la derecha se ubica el Partido Patriota (PP), organización no articulada bajo el liderazgo de Roxana Baldetti, sino por su máximo líder, el general retirado Otto Pérez Molina, con una excepcional carrera militar durante la guerra interna que vivió Guatemala. En este sector también se encuentra el Partido Unionista (PU), quién luego de unos cuantos muppies con la imagen de su esposo, ex presidente y actual alcalde Alvaro Arzú. Extrajeron de su costilla y obras sociales a Patricia de Arzú para traer bondad y servicio.

En el centro político, la Unidad Nacional por la Esperanza (UNE) entre escándalos más de novela que políticos, Sandra Torres. Ex esposa del actual presidente Álvaro Colom. "Aunque se sostiene de la corriente socialdemócrata, no es un partido ideológicamente coherente e incluye en su seno diversas expresiones de pensamiento político” de acuerdo a Carlos Aníbal Martínez. Pero en estos tiempos ¿Qué partido se ve coherente? Además, el partido de Acción de Desarrollo Nacional (ADN) que confirma ser humanista. “A través de su aspiración a la institucionalidad del Estado con un sentido social y capaz de brindar seguridad a la población.”

En la izquierda, luego que el 2007 revelara su fuerte división interna, por disputas de liderazgo, enfoques teóricos del pasado y estragos de lucha revolucionaria continúa la Dra. Rigoberta Menchú con su equipo 40% femenino y 90% indígena, en Winaq.

Puede posicionarse cada candidata por sus diferencias ideológicas. Pero en un país donde el desinterés ideológico predomina son los cambios radicales en el apoyo electoral a uno u otro partido lo que debe preocuparles. La inestabilidad y fragmentación es por no permitir ver más allá de un caudillo. Pueden incluir en imágenes electorales a las mujeres e incluso jóvenes. Pero los discursos se centran en lo mismo. Se asciende lo femenino a lo político, pero el protagonismo enfatiza como siempre la importancia de la educación, salud y la tan vendida erradicación de la inseguridad y pobreza. Quizás, como nueva imagen, aún tienen tiempo de incluir de dónde va a venir el presupuesto para toda esa tienda de dulces que nos muestran.

Es grato ver que den un respiro a la imagen, pero también que se vea en la acción. Es una renovación poco radical, va de paso en paso, pero trae esperanza. Un arma de dos filos al tomar presente que en un ámbito masculino su pensamiento se pueda o ya venga tergiversado, competitivo y machista. Desde ya tiene que destacar ese sexto sentido de intuición para detener aspectos más delicados que la inseguridad y pobreza, como el de las finanzas y la forma en que las instituciones obtienen, administran y reportan sus recursos.

Si bien el voto femenino se impulsó en Guatemala, hasta 1945, 66 años después se ve propicia la participación de las mujeres a la presidencia y vicepresidencia. Sin duda es un ascenso nacional del protagonismo femenino, porque ha crecido la presencia femenina en cargos electivos. Desde lo internacional y ahora a nivel nacional. En términos de resultados y consecuencias políticas, un liderazgo femenino, queda aún a las expectativas...

miércoles, 18 de mayo de 2011

Burbuja

Hay una burbuja sentimental que navega en la cúspide de todo momento, cuando voy a desvanecer. Levita como animal mágico y solo me alumbra el rostro para interrogar. ¿Qué puede suceder? Le escupo, sabes. Burbuja idiota, porque cuando menos la quiero es cuando más se manifiesta. No quiero reventarla, pero si se acaba su inocencia y aterriza en mi espacio, la aniquilo como a tu ser. Tu lacra de ser.

martes, 17 de mayo de 2011

Espina de ilusión

Una espina en la espalda, se llama ilusión. Entra de día y se va de noche, poco a poco levanta mi piel. Es como, una corriente masoquista, créeme, sabe exquisito.
Expande la imaginación y remueve por momentos lo que tengo en mente. Me recuerda, seguido, que mi piel se acopla a la pobreza y me criaron tan bien, que no hay forma de desarrollar poderes mágicos e ideas que destrocen la moral. No tengo piezas de tablero que me hagan ganar, mucho menos recetas de palabras para gritar.
Allí anda, la espinita de ilusión, me persigue día a día, me trastorna. ¿Qué has hecho mal? Pregunta. Hostiga mi mente, solo me da promesas; de que es bueno disfrutar el camino y no el final. Le respondo: ¿Que qué hecho mal? Ah espinita celestial, pues aprender todo al pie de la letra y no fallar.

domingo, 15 de mayo de 2011

Biografía trastocada

Es solo una vieja idea. ¿Qué puedo decir del amor? Me pareció egoísta y poco completo. Bastante vago y poco interesante, aspirar a nuestro lado opuesto. En mi caso, son sólo ilusiones físicas, escombros masculinos y salvajes aburridos. Pero tener pasión por lo sensible, los detalles y ese sexto sentido como secreto, es una entrega total a la que me quiero arriesgar. Superior al amor común y poco libre. Cuento de princesas, sin príncipes...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Todo lo que no pasó


Otra vez no puedo dormir, qué desgracia. Aterrizo en la cocina y se me ocurre que con comer algo podré calmar mi insomnio, pero sólo soy hipócrita con mis pensamientos y es solo traicionar mi tristeza con comida.
El café a medio tomar, terriblemente frío, me miraba listo para hidratar las lágrimas, no había vuelta atrás, fue imposible. Cada gota caía en las hojas para adornar mi letra. Esa caligrafía alocada que imaginé abrazar durante una hora para no pensar en ti, desgracia de hombre. Repasé las líneas una y otra vez hasta que me fui en un agujero de diez años atrás.

"Apareciste entre los arbustos y un día nublado, para mí romántico. Era como ver un pavo real que extendía sus coloridas plumas, no sólo a las mujeres sino a todos. Cada logro, una pluma. Cada discurso a conciencia -si claro- por estudiar entre "el pueblo" los mostraste como trofeos y excusa para adoración y entrega de condecoración por tu conciencia (o consciencia) social. Detestaba eso de tí.
Sin embargo en menos de un día logré desarmar tu armadura y botar tus plumas, tuve la dicha de encontrarme a mí en ti. Que desgracia, tan parecidos por no saber qué querer de la vida y que la vida no quisiera saber de nosotros qué esperar. Sonreír, hablar y caminar fuerte con bastante necesidad de afecto y aceptación.
Agrandado como siempre, nunca lo dije para no hacerte sentir mal pero deplano que cada situación sólo las viviste en tu mente, en la de nadie más. Un joven Quijote, en busca de... saber, un escudo y ansias de vivir a través de los demás.
Se te consideraba inteligente y tuviste el descaro de sentarte a mi lado y yo ya sabía bien que estabas asustado. Gente nueva, oportunidad nueva para un nuevo inicio. La adrenalina recorrió tus ojos y bajó a tus labios, qué atracción instantánea. ¿Amor a primera vista? Más bien identificación de afinidades. Lo compensaste con alimento al ego, gritando a los cuatro vientos tus viejas hazañas no para el resto, sino para ti mismo, para tranquilizar a ese niño asustado que ya se quería convertir en hombre. En fin, como más adelante lo afirmaría: complicado.
No costó enamorarme de ti. Tus hazañas, cuento viejo, las hacía mínimas e indiferentes para retarte a más. No era atracción física, sos horrible, sino una curiosidad espiritual. Tenía un presentimiento femenino de que iba a encontrarme con algo familiar y agradable: yo, en hombre.
La fugaz amistad no fue normal. Mi cuerpo arisco de la gente, con bastantes decepciones que fui coleccionando de niña, me alejaba del deseo de ser popular, incluso una escéptica a esa condición sentimental. Pero contigo estaba al borde de ella, la vivía en tus ojos y sonrisa, siempre horrible claro está.
El tema de siempre: tu salvaje amor platónico. Ese amor de ojos negros, tristes, pícaros y penetrantes hasta quemar tu alma. Poetas hasta la madre, te cautivaban más que el miembro, la vida entera. Soñabas con hacerla y deshacerla, tenías un errado presentimiento de hombre de que esa relación sería salvaje. -Vaya si lo fue, pero no como tu te lo imaginabas. Años más tarde me daría, lo acepto, un gran placer y risa, que hiriera tu corazón más de tres veces. No se mucho del karma, pero brindo por ella cada momento de dolor.-
Con el paso de los días, nuestras conversaciones eran cortas, intensas y confusas. Para ese entonces las disfrutaba cada día, por siquiera un minuto. Mi novio no era lo esperado y no tenía el valor de dejarlo y el valor de ser mujer fuera del esquema. Aún no florecía en mí esa forma de disfrutar estar sola y romper hábitos sociales machistas, impuestos por más de dos décadas en mi piel. Quizás en otro insomnio me derrame en esa parte.
Grave error. Tu, deseando una poeta "salvaje" y yo queriendo dejar de querer a la persona incorrecta para quererte más. Los edificios grises eran testigos de esa breve conversación sin sentido, sólo excusa para pasar el tiempo. Yo disfrutaba ese paisaje nublado, con flores y selva urbana, hundida en mis pensamientos. Fingía escuchar otra de tus grandezas, algo distorsionadas, porque yo me daba una discusión interna. Entre ademanes, sonrisas y gestos indiferentes me viste. Detuviste el desfile de palabras -al fin- sin pensarlo tus labios estaban bailando con los míos, luchaban por dominar la batalla. Duró menos de lo que pensé, grave error: no me gustó. En lugar de decepcionarme, me quedé alborotada y más que babeada semi enamorada. No besé a muchos hombres en esa corta vida, pero ese fue el peor beso que he tenido. ¡Qué desgracia!
Solo me dio risa, en lugar de darme por vencida, fui positiva o idiota. En lugar de verlo como un beso aguado y de labios carnosamente exagerados, lo vi "original" con deseo de mejorarlo. Fue sólo un receso de la realidad. Porque terminó como empezó: mal. Tus palabras resonaron laboriosas y un poco petulantes -por teléfono, qué descaro- SOMOS OPUESTOS, BUSCÁ A ALGUIEN MÁS."

¡Desgracia de hombre! Luego de recordar ese beso desapasionado, me fui a dormir. No valía la noche, mejor la dedico a la oscuridad y su espíritu. A la luna, a mí ilusión de alguien más.

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