domingo, 15 de agosto de 2010

Un amigo extraordinario

Tuve peces, un french poodle, un chompipe, incluso un pollito. Pero ese día, aún con 12 años mi vida cambió con un pedacito de existencia, que la mayoría ignora o simplemente excluye. Allí estaba en una caja, tan pequeño como del tamaño de la palma de la mano, asustado más que yo. Lo llevamos a casa y convencimos a mi padre de darle una oportunidad. Sí: era un gato. La mayoría de personas tiene el prejuicio de que los gatos son interesados, feos y qué se yo. Tienen ese horrible estigma de ser rechazados por la mayoría de personas. Para mí simplemente se saben cuidar, querer y no se dejan pisotear por alguien que no los va a tratar bien.

Allí estaba blanco y negro en su primera noche en un lugar desconocido y durmió conmigo. Lo cuidé, no diré que yo lo alimenté ya que mis padres se encargaban de ello. Pero me acompañó en muchos momentos de mi vida y sigue allí, al levantarme para ir a la Universidad e incluso en sus aventuras como meterse detrás de la refri y tirarse en el tendedero (Le quedan cinco vidas). A medida que el tiempo pasó, me ayudó a enfrentar mi miedo a la oscuridad, a tranquilizarme en mis tristezas, cuidarme cuando me enfermo, en las desveladas de horas y horas de tareas de la universidad y darme una gran bienvenida todos los días aunque haya sido un mal día.

Aún sigue aquí y no me arrepiento de esa decisión, de quitarme ese prejuicio de que los gatos "son feos", atreverme a algo diferente y vaya si lo ha sido. Ver Marley and Me, me hace ver que no hay ninguna diferencia entre tener un gato y un perro, ya que este gato no le importa que tan molesta, atareada, cansada, pobre, enamorada, alocada, feliz, etc. esté siempre anda allí, me sigue para todo ;) Todo depende del quien elija la decisión de "aventarse" o no.


miércoles, 4 de agosto de 2010

Electrik

Mientras estaba escuchando música en mi cama, recordando buenos momentos en los cuales bailo música electronica... surgio este lapsus...

Las estrellas se retiran de la vista
todo se sume en una brisa y oscuridad
el sonido a lo lejos, me hace viajar
y todo alrededor se detiene y
me alejo de la realidad.
El movimiento alimenta mi mente
vivo y me siento libre
bailo sola, sin miedo a existir
Energía corre dentro de mí y con el tiempo,
la hago salir, para continuar respirando
el sentimiento de éxtasis y alegría.
Es una noche perfecta y
no hay nadie que pueda detenerlo.
todo continúa y yo sólo existo irradiando música
No puedo detenerme, cada movimiento me pide más y no puedo parar.
Muy profundo dentro de mi ser, percibo un olor a emoción.
Mi vida crece con cada minuto, beat y logro meditar.
No hay nada mejor que bailar, bajo este delicioso cielo.
No hay nada mejor que gritar bajo este cuerpo, que no permite entrar... cualquier tipo de sentimiento, que me haga llorar...

Camino entre flores

Camino entre flores que dan color a esta amarga vida y la hacen más digerible, sobre todo tranquila.
El bosque ya no es bosque, es sólo una vaga imagen de lo que era realmente. Existe sólo dentro una selva ajena a él, distinta, agresiva e inerte. Donde los animales son dirigidos por otros animales, las plantas muestran distintos colores, rostros e incitan a atacar, consumir, derrocar, renacer, disfrutar y quien sabe más.

Sólo las flores dentro este bosque surreal me hacen continuar, son flores que existen, inspiran y alientan. El calor de la selva es infernal, pero a medida que me adentro en este bosque singular, se dispersa. Todo aquí es tan perfecto, logro al fin discutir sólo con mi mente, escuchar esa voz interior que creía haber perdido. La imaginación la logro palpar y no hay necesidad de cerrar los ojos para poder dejar no sólo de existir, sino también lograr respirar. No cierro los ojos para desaparecer de mi entorno esa selva tan feroz, agresiva e inhumana y me enamoro, de nuevo, de lo que soy, de mi realidad y camino sin miedo porque la angustia es sólo un vago recuerdo y las flores, camino entre flores...
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