martes, 14 de abril de 2020

Beber chai con Rupi Kaur. Reflexiones sobre amor, cuerpo y sanación.



post original el 28 de enero 2017 en BookClubforTwo

Tomé un viaje cuando leí a Rupi Kaur. Es bastante común cuando leo un libro, creo que a todas nos pasa. Cuando termino de leer, normalmente escribo oraciones o temas en un cuaderno. Me quedo callada y agrupo pensamientos para ecribir un poco aquí y allá de lo que pensé mientras leía. Por primera vez, el regreso fue difícil. Me sentía golpeada, no tenía fuerzas para levantar la mano y buscar la pluma.
Sigo sentada frente al libro y una taza llena de chai. La primera dificultad que tengo es la de explicar qué fue lo que acaba de pasar. Estoy fracturada sentimentalmente.
Me caracterizo por la empatía y siempre siento que todo ser humano tiene una vida compleja e intensa igual que la mía, pero aunque busque en un diccionario especializado en dolores no podré decirles con palabras lo mucho que entiendo lo que sufren. Ahora que leí a Rupi, por lo menos puedo enviarles el libro completo o un poema que se asemeje al dolor que sientan.
Inhalo el olor del chai, mientras el rostro y los lentes se cubren por unas cuantas capas de su cálido vapor. Huelo una y otra vez esperando que me lave las entrañas, también quiero que se aflojen. Las voces que interpretaron cada poema eran parte de mi pasado y resuenan en voz baja. Cada sílaba es fuerte y mantiene mi cuerpo vibrando.
Mientras las vibraciones continúan, a pocos metros de distancia está mi pasado y en orden. Fue Rupi quién lo ordenó. Primero estoy herida, luego amando, después sola y por último regresando, con ayuda de la sanación, a ser yo misma. Cuando toca sanar, toca leer las cartas que el pasado nos envía por medio de recuerdos, esta vez por medio de poemas, y prestar atención a los detalles que no analizamos mientras vivíamos, toca reunirnos con el amor propio y entender que el amor no es un juego, uno elige hacer un juego de él. Que el amor articula. Articula a dos seres humanos para explorar creatividades, sentires y pactos transparentes que se tienen que sostener entre los dos.
Aún se tiene vida después de leer la primera hasta la última carta que tu pasado ha enviado. Aún se tiene vida cuando te vienen extractos de las experiencias educativas sexuales que aprendiste. Que te toca aprender, no sobre educación sexual, si no más bien sobre derechos humanos y amor. La política del cuerpo impuesta, elabora imágenes de cuerpos espectaculares sudorosos bailando de arriba a abajo en Internet, en videos musicales y en la publicidad. Te imponen ideas confusas para amar y confundir deseo, pasión y placer con amor.
Te incomoda que vendan lo que está entre las piernas de nosotras las mujeres, pero no sabes cómo explicárselo a otra persona. Porque nadie te da ejemplos de que es más extraordinario apreciar el trabajo interno natural que hace el vientre de una mujer. Hasta ahora. Rupi, me dio el primer ejemplo.

ya-book-reports:
“ it is part of the
human experience to feel pain
do not be afraid
open yourself to it
- evolving
”
it is part of the
human experience to feel pain
do not be afraid
open yourself to it
- evolving
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