I'm terrible at writing reviews or recommending books. I'm either way too excited, and I feel like I want to hug the book or because I feel frustrated and furious with the author. There's nothing in between. Most of the time I regret my behavior because I know that it's likely that the author may have enjoyed the writing process.
This poetry book written in Spanish falls in the first category. I'm a slow reader and it took me weeks to finish it. Each poem relates to other books I've read, and made me wonder that it would be amazing to spend an evening drinking tea with Lenina. I was happy to find a contemporary author with such mature style at her young age.
I tend to close poetry books that transmit unclear drama, or that tend to be way too romantic (or love haters). Her book was not the case.
It transmits universal thoughts and feelings beyond love, like the quest for knowledge, human existence, childhood memories and what is like feeling those memories. It felt like I was inside Lenina's daily thoughts on existence. I wish her the best in her writing career.
Me gustó participar en la creación de esta segunda encuesta. Pueden leer el documento completo aquí: https://bit.ly/Evas2020
«La segunda encuesta de hábitos y prácticas lectoras estuvo dirigida a toda aquella persona que se reconociera como mujer guatemalteca. Su objetivo era analizar las dinámicas de la apropiación de la lectura por las mujeres en la vida cotidiana durante el año 2020.»
Cuando Lidia me pidió que participara para escribir la historia del inicio de Eva me emocioné porque sé que estas ideas no morirán ahogadas en el cerebro. Esa es la esencia que tanto me atrajo y aún me atrae de Eva, la de hablar desnudándonos de prejuicios, entre mujeres y con la sensación de transparencia que aún no sé cómo nombrar.
Por otra parte, abundan los comentarios desde los lectores, desde la literatura científica y desde los estudios sobre la lectura que identifican automáticamente que la lectura es un acto solitario, individual y silencioso. Cuando sabemos que el carácter complementario a una lectura también es colectivo, con interes por el diálogo y sumamente social.
Tengo que regresar unos años atrás, allá entre el 2012 y el 2013 cuando trabajaba en una librería. En ella me sentía como en la médula de la literatura y ensayo. Cada día respiraba entre títulos que rellenaban mesas y estanterías. Terminé por transformar partes de quincenas en una librera adicional de 5 niveles. Ahora que la observo, no sólo adquirí libros. Adquirí amistades espectaculares, hasta terminé con un antiguo cómplice de lectura con el que exploramos por más de dos años otras librerías.
Mi atención estaba completamente dirigida a leer ensayo — por mi carrera-, unos cuantos libros de poesía y cuento. También a explorar nuevos títulos. No cabía duda de que las palabras me estallaban en la mente, pues mi atención estaba totalmente volcada en acumular hojas de papel llenas de tinta. Entre esas hojas estaban las de Michael Cunningham, autor de Las horas. Novela basada en un tríptico de una lectora, una escritora y una protagonista de libro. Que luego se adaptó a película (sí, también descubrí que la mayoría de películas fueron primero un libro).
Leer el libro fue una catástrofe memorable porque lamenté no haberlo leído antes para llegar a una de las protagonistas -nos sucede todo el tiempo con la mayor parte de buenos libros-, la escritora de la que habla en el libro, Virginia Woolf. De ese modo tuve que enterarme de la existencia de su vida. Cunningham invadió a la autora de tragedia pero jamás me mostró la suavidad y la satisfacción que produce leerla. Con curiosidad comencé por desmantelar su pensamiento entre su relatos cortos, luego sus ensayos de literatura y cuando me topé con la sugerencia de leer Una habitación propia no estaba disponible. Estaba entonces, en mi segunda tragedia porque ya llevaba “aviada” leyéndola.
Meses después, ya inmersa en otras lecturas, recibí Una habitación propia como regalo, con cierto aire romántico y entre lágrimas de emoción abrí el libro para entrar a un estado de existencia que hasta la fecha me provoca desazón por la vida. El libro me dejó con la urgencia de re-descubrirme como ser humano y como mujer.
Virginia me entusiasmó, me marchitó los ojos, pero también hizo maravillarme por otras esquinas del entorno cotidiano que suponemos como estable. Como el de la docilidad con que las mujeres a veces nos enseñan que debemos manejar creyendo que es nuestra naturaleza. Entre las combinaciones violentas de las estructuras que yacen en las normas, aún vigentes. Así como los espacios que nos pertenecen y a los cuales nos han hecho sentirnos ajenas. También en la combinación e ingenio de sus palabras tan diversas llenas de sensibilidad con que se expresó en público. Los ejemplos de otras escrituras o de escritoras en potencia como la hermana de Shakespeare. Llena de vida sentía la urgencia de esparcir mis sensaciones que se sentían como un ardor en el pecho. Lamentablemente, aún no encontraba con quién sacar en público todos estos sentimientos. ¿Cuántas veces nos hemos sentido así de solas cuando leemos un libro que nos deja con la mente desquiciada, pero que nadie cerca de tí ha leído?
Primeras lectoras
Sucedió un año después durante una reunión de Lectores Chapines. Un club de lectura al que asisto desde hace cinco años. En el que toda conversación se ha mantenido tranquila y a veces aventurera con toda la riqueza de personalidades que asisten.
La reunión de esa vez terminó más aventurera que tranquila. Después de hablar con el autor invitado, como parte del protocolo nos tocaba elegir un libro para el siguiente mes. Muchas veces puedo inmiscuirme en los pensamientos del resto y otras me desprendo incluso de los propios, y predomina lo primero, así que no recuerdo bien cómo terminamos hablando sólo entre las mujeres que asistimos. Dentro de las sugerencias estaba el ensayo de Virginia Woolf, Una habitación propia. En esos minutos de sugerencia la vida se había dividido entre lo más básico, entre hombres y mujeres. La tolerancia se había retirado de la mesa y el machismo sutil estaba brotando con la muestra de rechazo por leerla. Aún así quedó como libro del mes.
La conversación prosiguió, pero me quedó junto a Cristina y Lidia una intuición de desolación por el poco entusiasmo con el que se eligió el libro del mes protagonizado por una mujer. Las líneas rectas del club comenzaron, después de tanto tiempo, a expulsar hojas para perdernos entre otros senderos. Quizás estoy siendo muy dramática, porque no nos separamos del club, pero en ese momento surgió otro. Los títulos de mujeres escritoras nos perseguían aclamando que las leyéramos, pero sabíamos que el espacio no era el de ese club.
Teníamos que buscar no sólo discutir sobre una habitación propia, sino sobre un club propio de mujeres lectoras que leyeran mujeres escritoras. Desde temas sociales, cotidianos, hasta fantásticos. Una selección peligrosa, porque pudo haber sido el tema de escritores japoneses o de escritores de terror. No sabíamos que empezaríamos a distinguir, entre las letras de las mujeres, una fuerza del espíritu humano con el que nos sentiríamos más identificadas que nunca. Así elegimos comenzar con La mujer rota de Simone de Beauvoir.
Con bastante frecuencia las personas me preguntan ¿cómo se supone que vamos a resolver el problema de equidad de género en el campo de la tecnología? La respuesta no es sencilla. Cuando se habla de equidad de género se debe considerar que existen estructuras sociales complejas e involucra abordar distintas bases para que los resultados sean efectivos. Aún así, creo que puedo resaltar tres componentes y establecer ciertas guías para abordar el tema:
Modelos a seguir
Propiciar modelos en STEM
En cada una de las etapas y de las situaciones de la vida de las mujeres
Los tres elementos los he aplicado con mi hija y creo que ha funcionado. Con el tiempo sabré si hice bien, pero no pierdo la esperanza de que así sea. Por eso quiero compartir mi aproximación en caso de que estas sean las cosas que ayudan al balance.
Edad en la que las niñas empiezan a perder interés en STEM. Fuente: https://goo.gl/ZmDDAJ
STEM: el abismo
De acuerdo con la gráfica anterior, mi hija se acerca a una etapa compleja de su vida, una etapa donde la mayoría de las niñas pierde interés en los temas de STEM. Mi hija entrará a una fase donde sentirá y le importará mucho lo que sus compañeras y sus compañeros piensen de ella. También será una etapa importante porque se irá definiendo como adulta, como mujer y elegirá una identidad. Durante ese proceso existen dos probabilidades; primero, puede que se guíe más por estereotipos establecidos sobre qué creen sobre las mujeres para sentirse parte de un grupo. Segundo, quién sabe, puede que fije un interés particular y haga lo que en realidad quiere ser. Está en ese momento crucial donde se retira o se acerca a las temáticas STEM.
La gráfica confirma que en promedio las niñas pierden interés en temas de STEM de los 12 a los 17 años. Se cree que es porque ven los temas de tecnología y computación, entre otros, como fuera de lo popular y como algo ajeno a la identidad femenina. Así que, ¿cómo podemos cambiar esto?
Haciendo los temas STEM populares y atractivos.
Sencillo ¿no? Como madre de treinta y tantos, he logrado identificar que los temas STEM se tienen que transformar en un ámbito atractivo y popular para las pre-adolescentes y las adolescentes.
Ojalá fuera tan simple.
¿Qué podemos hacer?
Primero es indispensable que les brindemos modelos a seguir para que puedan ver que una mujer sí puede ejercer en campos científicos. Debemos hacer que las mujeres exitosas en campos STEM y de liderazgo sean la norma. Quizás no se resuelva la idea de que no es un campo popular para una adolescente, pero se irá deshaciendo un prejuicio. Si ven a más mujeres recorriendo el mismo camino, no se sentirán aisladas.
Así que comencemos e inundemos a las niñas con modelos a seguir en STEM.
Modelos históricos
A través de la historia, se han identificado excelentes candidatas de roles y de modelos STEM. Sin embargo, en nuestra sociedad patriarcal se han ignorado y han pasado desapercibidas por completo. Los grandes hombres de la historia siempre han tenido un privilegio y anulan a figuras femeninas.
Es crucial que las niñas observen importantes acontecimientos históricos y también observen mujeres con quiénes pueden identificarse. Queremos que ellas sepan que existen mujeres fuertes, inteligentes, exitosas y que cuando investiguen en la historia, se topen con mujeres que ya trabajaron en campos de investigación tecnológica como ellas.
Necesitamos más películas como Talentos ocultos, por ejemplo. La película es una adaptación de una historia en la que me gusta hacer énfasis porque rescata el trabajo matemático y pionero en tecnología de las mujeres afroamericanas en la NASA. El resultado del trabajo de estas mujeres en la NASA logró que el ser humano viajara a la luna.
Si exploramos más historias así, también haría énfasis en el libro Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes. Mi hija devoró cien historias protagonizadas por mujeres en menos de un fin de semana. Estaba fascinada con cada una de las protagonistas que decidió llevarse el libro a nuestra cabaña para pasar el verano. El libro se convirtió en su libro favorito antes de dormir para ella y para mis sobrinos de 7 y 9 años. Incluso lo leen en voz alta durante los días lluviosos. Es un recurso literario que le demuestra a niños y a niñas la increíble historia de mujeres en la historia.
Un dato relevante del libro de la serie para Niñas Rebeldes es que es el libro que más fondos ha recaudado en la página de Kickstarter. Para mí, este libro y la película solo son muestras representativas de cómo las niñas y las mujeres hemos esperado con ansias modelos a seguir, el poder que otras mujeres nos pueden transmitir.
Modelos de ficción
Para que las mujeres puedan ver como algo común que es posible ser líder, luchadora, científica y mucho más, se deben reforzar los arquetipos femeninos en los libros, las películas y los programas de televisión. La buena noticia es que Hollywood ya reconoce el poder y el beneficio económico que involucra incluir roles femeninos fuertes como protagonistas.
En los últimos dos años he visto dos películas nuevas de Star Wars con protagonistas femeninas, y todo un equipo de Caza fantasmas mujeres, y por supuesto la Mujer Maravilla. Todas han sido un éxito en las taquillas.
Todos los días veo cómo mi hija cita o juega a ser Rey, Jyn Erso o la princesa Leia, y Holtzmann. Esto para mí significa que mi hija pretende ser una líder o una valiente guerrera. Mis protagonistas favoritas son las de las Caza fantasmas, porque son divertidas, inteligentes y en especial porque son científicas que disfrutan su trabajo y atrapan fantasmas. Cuando mi hija pidió que su fiesta tuviera la temática de Caza fantasmas, no le negué nada.
Roles de familia
Alguna vez se han preguntado ¿cuáles son los logros que las mujeres de la familia han tenido? ¿Qué hicieron sus abuelas? ¿Qué tan importante sería para sus hijas conocer esas historias? ¿Identifican fuerza, resiliencia e ingenuidad en alguna mujer en la familia? Durante el verano tuve una visión. Después de hacerme todas estas preguntas y confirmar que a mi hija le gustan mucho las historias protagonizadas por mujeres, entonces haría un libro. Ambas terminamos un libro con nuestras propias historias de mujeres rebeldes en la familia. El libro incluye todas las historias relacionadas con sus antepasados hasta sus tatara abuelas. Al final del libro escribí una historia con ella como protagonista, he aquí unas líneas:
Existe una niña muy inteligente que trabaja duro por dos cosas que ama a la vez. La primera son las matemáticas y la segunda son sus canciones de piano. A medida que acepta retos de cada pasión, diversas habilidades se van desbloqueando de su mente y se hace mejor en cada una de ellas.
Sus brillante ideas, su amor por la ciencia, la tecnología y la ingeniería, las combina con arte, matemáticas y la llevará a donde quiera que sus sueños le digan.
El mundo está ansioso por conocer quién es esta niña rebelde y conocer lo que será de su vida más adelante.
Integrar modelos a seguir en la cotidianidad
No basta con que nuestras hijas se expongan a modelos a seguir de vez en cuando. La exposición a roles específicos debe ser a diario. Tiene que convertirse en parte de sus vidas y que vean como algo común pertenecer a grupos específicos que antes habían sido solo un club de hombres. Aquí entran en juego dos aspectos: los juguetes y los libros. Es más sencillo cuando los juguetes que quieren vienen con un aspecto más amplio para que ellas puedan incluir con su imaginación otro tipo de modelos para la vida. En la casa hemos decidido comprar juguetes de Star Wars, legos y libros específicos con los que mi hija pueda sentirse en un ambiente donde se sienta incluída.
Pero no siempre sucede, hasta hace algunos años le compré una muñeca de Marie Curie porque sacaron una edición especial de muñecas. Se emocionó cuando supo que también podía comprar a Bessie Coleman y a ¡Ada Lovelace! Aprendió mucho sobre cada una de ellas y cada mes esperaba una nueva muñeca. También tuve que ver su rostro de tristeza cuando le dije que la compañía no enviaría más muñecas porque había cerrado. Se le destrozó el corazón.
No podía ver a mi hija así. Entonces, mi madre y yo elaboramos un plan. Compré una muñeca afroamericana y su abuela le tejió un traje de aviadora. Para navidad le entregamos a mi hija la muñeca de Bessie Coleman. ¡Le fascinó! Ese mismo día, le construyó a su muñeca un avión de cartón y junto a mi sobrina pretendían ser pilotos de avión. Este año ha preguntado por Ada Lovelace y le respondo que, con un poco de suerte, puede que la reciba para navidad. Con esta historia quiero explicar que aunque las tiendas de juguetes aún no vendan muñecas u otros juguetes más inclusivos, no quiere decir que no podamos construirlos.
Roles a seguir para niñas
Es muy importante que las chicas sean capaces de ver lo que ellas pueden llegar a ser. Más que ser individualmente el cambio que queremos ver en el mundo, debemos trabajar juntos para crear modelos de cambio para las niñas. De una manera que se les presente que sí es posible, que es aceptado, es probable y que incluso es genial que una mujer esté trabajando en ambientes de STEM.
Hace unos días leí una historia sobre una madre que recibió una donación anónima de muñecas con hiyabs. Me parece una excelente historia de inclusión y fue un gesto sincero que consideró que las mujeres de todo el mundo necesitan modelos a seguir.
Espero que se integren a este emocionante reto. Además, me gustaría escuchar qué historias y qué experiencias pueden compartir dejando un comentario abajo.
Una mirada de género e inclusión digital en Guatemala
Estudiantes durante la competencia, fotografía por Lidia Guerra
Lidia es feminista y vegana, una artemisa, directora del Observatorio Contra el Acoso Callejero en Guatemala, lectora, e ingeniera especializada en tecnología educativa. Por las mañanas bebe café orgánico y planea cómo facilitar que las niñas de los centros educativos adquieran habilidades e interés por las ciencias exactas y la tecnología.
La planeación que Lidia realiza es importante, primero porque aún estereotipos culturales y en el transcurso de períodos de la historia se han impuesto diferentes roles a hombres y a mujeres. Además, en el campo de la ciencia y tecnología existen desigualdades marcadas que favorecen principalmente a los hombres. “En la práctica esto significa que niñas y mujeres están más expuestas a quedar rezagadas en el mundo de las TIC ya que deben sortear mayores barreras que sus pares masculinos para acceder y aprovechar las ventajas ofrecidas por el mundo digital.” (UNESCO, 2015)
El énfasis que se le da en estos tiempos a la ciencia y a la tecnología reside en que vivimos en una sociedad de la información y de las redes donde las habilidades tecnológicas están directamente relacionadas, de acuerdo a Manuel Castells, con la posición social y el desarrollo de capital cultural, económico, político y social.
Lidia me respondió con alegría y calidez, dispuesta a contar detalles sobre su proyecto de robótica y programación con adolescentes.
Cuéntame un poco como empezó la idea. Observé un par de fotografías y te he escuchado mencionar sobre el proyecto de formar grupos solo de mujeres para que desarrollen proyectos de robótica.
Parte de mi trabajo como jefa de tecnología en un colegio privado es innovar sobre los aprendizajes de tecnología en los estudiantes desde pre primaria hasta secundaria. Una primera innovación fue integrar a la clase de tecnología el área de robótica y programación con Lego y Arduino. La segunda innovación fue empezar a ver la clase de tecnología con ojos feministas para identificar las barreras que encuentran las estudiantes en el momento de involucrarse en proyectos de ciencia y tecnología relacionados a los roles de género. Este análisis feminista permite evidenciar cómo se usa, crea y produce tecnología con base en los roles de género. Nos damos cuenta entonces, que ser mujeres y hombres nos hace diferentes ante la tecnología. Las presiones sociales para las chicas son diferentes que para los chicos en las redes sociales, las chicas consumen y producen contenidos diferentes a los chicos, el involucramiento en la creación de tecnología refleja una brecha entre chicos y chicas.
Se conoce que históricamente los hombres son los que han sobresalido en la creación de tecnología, y esto se debe precisamente a que no conocemos TODA la historia, porque grandes avances tecnológicos han sido desarrollados por mujeres, la primera persona programadora de una máquina fue una mujer: Ada Lovelace ❤
Esta parte de la historia no la conocemos, las chicas no la conocen, entonces no tienen referentes de mujeres que han sobresalido en la creación de tecnología.
Con base en mi experiencia en tecnología y feminismo, recordé lo que maestras como Walda Barrios me han facilitado aprender: espacios diferenciados.
Un espacio diferenciado por género es aquel en donde los chicos trabajan con chicos y las chicas trabajan con las chicas. Así, cuando aprenden sobre robótica, deben trabajar en equipo y trabajar solo con compañeras. Esto les permite las mismas oportunidades de sobresalir que los chicos, ya que deben tener una participación activa en el desarrollo de los proyectos; les facilita evidenciar sus avances en tecnología, matemática y programación, pero sobre todo, toman conciencia de que les interesa la tecnología y la ciencia y que además tienen el mismo potencial que los chicos; dándoles más seguridad a las chicas y preparándolas para trabajar en ambientes profesionales con otras mujeres y hombres.
2. ¿Por qué implementaste esa manera de trabajar?
Desde una mirada feminista sabemos que algunos espacios deben ser diferenciados, para que las mujeres puedan apoderarse de ese entorno de forma segura, sin violencia machista y sin imposiciones como consecuencia de las relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres.
En los procesos educativos formales (colegios y escuelas) se promueve mucho el trabajo en equipo, para desarrollar habilidades de colaboración, empatía, respeto, resolución de conflictos y otras. Cuando hablamos de tecnología, considero que estos espacios diferenciados son necesarios pues por mucho tiempo se pensó que las mujeres no son buenas para la matemática ni para crear tecnología. Además, también estamos incentivando la colaboración y todas esas habilidades del trabajo en equipo entre mujeres, dejando a un lado la competencia negativa entre nosotras mismas que nos enseña el patriarcado.
No digo que todos los espacios deben ser así en los procesos de aprendizajes, pero sí creo que cuando hablamos de procesos de aprendizaje para programar máquinas, robótica y crear tecnologías, los espacios diferenciados y una mirada feminista pueden hacer grandes diferencias y disminuir la brecha de género.
3. ¿Qué es arduino?
Arduino es un proyecto abierto que involucra hardware (una pequeña tableta para programar), software y el conocimiento abierto de muchos expertos con el objetivo de acercar la creación de tecnología a todas las personas. Ahora, el pensamiento es que todos podemos aprender a programar máquinas y este aprendizaje conlleva el desarrollo de habilidades que nos servirán en otras áreas de nuestras vidas sin que seamos todos ingenieros, estas habilidades pueden ser: trabajo colaborativo, resolución de problemas y retos, creatividad, innovación, habilidades específicas de lógica matemática.
4. ¿Qué resultados o datos curiosos resaltarías de la experiencia?
Esta innovación con una mirada feminista requiere un proceso de concientización sobre roles de género y tecnología dirigida a los maestros; en la medida que ellos comprendan cómo afecta el género en el desenvolvimiento de los estudiantes en la clase de tecnología en esa medida podemos crear alternativas diferenciadas de aprendizajes.
Las chicas se han involucrado activamente en los proyectos de clase, sin embargo, aún es un reto que quieran ser líderes en otros proyectos, por ejemplo: en una competencia de robótica.
Esto también es para los chicos, ellos toman conciencia de que los roles de género significan desigualdades frente a la tecnología y otras áreas de la vida, se dan cuenta que no por ser chicos tienen que estar interesados en las ciencias exactas y la tecnología.
Reivindicar la historia de la tecnología para incorporar a las mujeres, sigue siendo algo en lo que aún estoy trabajando y tratando de avanzar.
Es increíblemente genial ver a niñas y niños de pre-primaria programar con Lego sin importarles su género, pues los roles de género se aprenden un par de años después.
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ITU/UNESCO (2015) Niñas y mujeres de América Latina en el mapa tecnológico: Una mirada de género en el marco de las políticas públicas de inclusión digital. Disponible el 02/07/2017 en: https://goo.gl/akwyCE
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