lunes, 8 de junio de 2009

Hogar dulce hogar



Entras a tu hogar, luego de un arduo día de trabajo y encuentras basura en el piso, tus plantas rotas, tu pez muerto, el ambiente lleno de humo de smog -sabes bien que quitar ese "polvito negro" de tu nuevo amueblado costará un buen tiempo removerlo- y para terminar hay comida rápida en el refrigerador, porque se les olvidó hacer el supermercado. Con un calor horripilante en plena época de lluvia enciendes tu ordenador para ponerte al día de lo que ha sucedido. Pueden decirme exagerada, pero seis grados pueden cambiar al mundo.

Hace un tiempo observé uno de esos documentales, bien elaborados, con las fotografías increíbles de National Geographic. Normalmente llaman la atención por descubrimientos, estudios, investigaciones y relatos que muestran. Pero este no sólo llamó la atención, sino que me hizo digamos que: asustarme e iniciar con la duda de ¿Qué podemos hacer?

Con una voz alarmante, grave y seria decía el narrador: "El volumen de la emanación de gases por el efecto invernadero es mayor cada año... no sólo elevaría la temperatura, cambiaría de manera radical el sistema bajo el cual se maneja la tierra".

No era un documental más con fotografías impresionantes de valles casi secos... ocasos, etc. Es importante que cada uno inicie con su "granito de arena", ya que esto no es una moda más. El comer "saludable", andar en bicicleta, decorar el hogar más "eco", incluso usar ropa hecha de botellas recicladas o elaborar accesorios de cosas orgánicas no es iniciar con ayudar al planeta. Es de hacer un compromiso, no con los árboles, ni con los oceános, sino con nosotros mismos, ya que con el tiempo lo que le hagamos al planeta... lo vamos a sentir.

Hasta hace algunos años se empezó a escuchar más seguido este tema, lastimosamente en estos tiempos ha alarmado más. Incluyendo ya programas de reciclaje, "tips" para mostrar la manera en que se puede ahorrar energía eléctrica en el hogar, transportes más. "ahorro...ahorro... ahorro" no sólo es ahorro. Es mejor elaborar desde un inicio un producto que no dañe el ambiente, a elaborar uno normal y que luego se tenga que reciclar.

Ya existen organizaciones que apoyan con la preservación de flora, fauna, con la búsqueda de alternativas para nuestro modo de vida, consumista de petróleo -que con el tiempo se acabará- etc. Pero también cada uno de nosotros debemos contribuir. Como guatemaltecos que somos, cuando alguien tire la basura en la calle, hacerle consciencia que no debe hacerlo, usar menos el automóvil para ir a lugares cercanos. No olvidemos la contaminación acústica, cuando utilicen el volúmen muy alto en ciertos hogares, restaurantes, etc.

Puede sonar utópico en un país donde se da prioridad a cuidar a un niño desnutrido que el ver que las bombillas de cierta área sean amigables al medio ambiente. Pero... ¿Para qué ayudar a un niño muriendo de hambre? Si cuando crezca no tendrá árboles qué observar, comida que obtener, ni agua qué tomar.

Tiene que ser también una prioridad cuidar nuestro lindo hogar -haciéndo énfasis en el TAMBIEN, porque no estoy haciendo de menos al niño desnutrido-, nuestro planeta tierra, su naturaleza todo es parte de nuestra vida. Estos cambios climáticos son una grave advertencia de que dentro de poco no habrá marcha atrás. Concluyo este "lapsus ecológicus".

Bibliografía:
http://www.natgeo.tv/especiales/seis-grados/

Fotografía:
http://thumbs.dreamstime.com/thumb_331/1226145038C01pbO.jpg





Ser dijo...

Considero importante que todos pongamos de nuestra parte y es que no se puede exigir a otros, si antes no se ha dado de sí todo lo que se pueda...

© Página Llena. Design by FCD.