Un extracto de mi pensamiento...
Al palpar de nuevo la cubierta de los libros. Les confesé desde mis entrañas que aún estaba enamorada de su dueño. Percibí, o más bien quise creer, que sus páginas aún escondían su alma y ésta bailaba para mí. Letra por letra sedujeron mi vista y echaron a andar mi ya podrida imaginación. Me excitó la idea, me dejé llevar lo confieso, les hice el amor y cada uno penetró mi mente. Hasta que el viento se escurrió por las ventanas del balcón y se unió a la fiesta. Revolvió mi olfato con una dulce especialidad del día, la lluvia; decidida, bastante delicada y sin intención de terminar. Con esa posición y sin quererle discutir preferí quedarme allí, no salir para nada...
Me gusta tu forma tan poética de expresar tu sentimiento hacia los libros.
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