Es un placer, por fin, conocer las palabras de Gioconda Belli a través de su libro "El país de las mujeres",
Editorial Norma. Fue imposible no articular sentimientos y cuestionarme mi posición como mujer en este mundo, no sólo durante la lectura, incluso mientras lo llevaba de viaje a todos lados de la vida.
Su título incitó a hombres y mujeres a hacer comentarios (especialmente machistas) alrededor del título, pero no pasaron de allí y se quedaron sin averiguar de qué trataba.
Más allá de criticar el título, con predisponerse, burlarse o juzgar la portada, considero que este tipo de literatura enriquece la vida y no sólo basta leerlo, hay que analizarlo, hacerlo suyo, una especie de escape de la realidad aunque sea una hora diaria y saber que existe la probabilidad de un mundo diferente, más erótico, femenino e insurrecto.
El libro es profundo y asequible para cualquier persona, no sólo mujer, que se atreva a tener imaginación. Eso es lo que incita la autora: imagina un mundo más allá del establecido, rompe con una conducta humana ya regida por bastantes reglas que han pasado de moda, pero siguen en nuestro ser como si fuera una piel, como lo es el machismo.
Gioconda Belli tiene abundancia en describir las cosas simples, al grano y con ejemplos pequeños pero significativos al momento de poner a cada uno de los actores en los típicos roles sociales. No hizo falta el hombre, que no soporta que una mujer gobierne. El hombre que está al lado de la mujer para apoyarla como un padre, pero no confía en el poder de ella, como Emir y el que por nacer sólo entre mujeres, siente esa conexión con ellas y se pone de su lado, las comprende, como José de la Arimética.
Por otro lado la mujer que dice ser mujer, pero tiene el machismo hasta los huesos. La mujer emprendedora, que se solidariza con el resto y poco a poco destaca, sin importar lo que digan a su alrededor. La mujer maltratada, que lo esconde y niega su situación por miedo. En fin, una gama de mujeres, cada una de ellas única y a la vez con la misma cualidad que gritan con inconmensurable silencio la ilusión de un mundo mejor para todas.
Escribo sobre este libro, porque acabo de terminarlo y me quedé con ganas de más. La trama es bastante original, al usarlo desde diversos puntos de vista. De narrar en primera persona, salta a tercera persona y el tiempo no es nada cronológico, los saltos en el tiempo recrean. La facilidad de elaborar cómo ella salta en el tiempo para ir encadenando poco a poco el desenlace, hace que uno se mantenga al tanto de cada capítulo.
Lamento alegar que cuando uno lleva pasión y bastante fanatismo por la protagonista, el libro finaliza. Es abrupto y dan ganas de más detalles. La exposición del final pasa en menos de cinco capítulos y apura al lector/a dejándolo/a con ganas de más Gioconda Belli y su hermoso cuento del país de las mujeres, de ese reto a imaginar y pensar "outside the box". Quizás ese sea su fin, que hagamos una amenaza de suicidio a nuestra realidad y viajemos a otro mundo, viajemos hasta perder la costumbre machista que impera en nuestro ser.
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