Secretos, sólo secretos que viven en la oscuridad de mi negro corazón.
Mi destino no se borra con palabras, mucho menos con el enjuague de tus lágrimas,
esas que ya se acabaron en el camino de mi vida, antes de olvidarte.
En lo más oscuro del recuerdo aún quiere brillar, esa chispa que nunca pudo crecer, volar e iluminar nuestro amor.
El olor ya se dispersa y no me acecha cuando estoy sola, tibia y lista para tí.
Ya no importa, sólo quiero olvidar.
Respiro, salgo a la luz y el viento se lleva mis lágrimas y borra con su rocío tu olor, ese maldito, enviciado y macho olor.
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