Hoy muero

Hoy muero y veré hacia el pasado,
versos vacíos de tristeza transformarían la realidad.
Pica pica rondaría mi ataúd y flores bailarían al ritmo de la soledad.
Miradas perdidas, en otro mundo, a la par del horizonte.
Mi alma perdida buscaría respuesta de todas aquellas preguntas,
nada tendría sentido y sólo me dejaría llevar al más allá.
La fiesta reinaría y nada de pesada seriedad se llevaría en el alma,
sólo recuerdos, momentos, ratos de felicidad.
Mis apuntes, fotografías y más serían un símbolo que con el tiempo perdería
esencia, pero la ausencia no tendría reparo.
Moriría...

Una de mis lunas

Entrar a una habitación, vacía, fría, llena de luz y respirar el aire que vive en ella. Da un toque sentimental, de tristeza y soledad. Sin embargo este no era el caso. Esa habitación tenía un significado íntimo, que mostraba madurez, agregaba retos y era estar por cuenta propia.

Se sentó en medio y simplemente dejó la mente en blanco, así era mejor la lluvia de ideas. A medida que las ideas aterrizaban en la mente, la habitación se llenaba con muebles, pintura, ropa e infinidad de cosas.

Momento, algo hacía falta, le costaba respirar, de nuevo el recuerdo. Quiso alejarlo con más muebles e ideas de decoración, imposible. Allí estaba en una esquina, la sombra del pasado que acechaba y ponía en jaque su futuro. Debía terminar, debía morir.