martes, 11 de agosto de 2009
¿Y qué responderán?
Durante el receso me encanta un poema que está en una de las paredes del edificio donde estudio. Aunque no concuerdo con el final del mismo, donde hace ver que la vergüenza surgirá, lo dudo mucho...
Un día, los intelectuales apolíticos de mi país serán interrogados por el hombre sencillo de nuestro pueblo.
Se les preguntará, sobre lo que hicieron cuando la patria se apagaba lentamente, como una hoguera dulce, pequeña y sola.
No serán interrogados sobre sus trajes, ni sobre sus largas siestas después de la merienda, tampoco sobre sus estériles combates con la nada, ni sobre su ontológica manera de llegar a las monedas.
No se les interrogará sobre la mitología griega ni sobre el asco que sintieron de sí, cuando alguien, en su fondo, se disponía a morir cobardemente.
Nadie les preguntará sobre sus justificaciones absurdas, crecidas a la sombra de una mentira rotunda.
Ese día vendrán los hombres sencillos.
Los que nunca cupieron en los libros y versos de los intelectuales apolíticos,pero que llegaban todos los días a dejarles la leche y el pan, los huevos y las tortillas, los que les cosían la ropa, los que les manejaban los carros, les cuidaban sus perros y jardines, y trabajaban para ellos, y preguntarán ¿Qué hicisteis cuando los pobres sufrían, y se quemaban en ellos, gravemente, la ternura y la vida?
Intelectuales apolíticos de mi dulce país, no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria.
Y callareis, avergozados de vosotros.
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